Juan Manuel Rocha Espinosa de los Monteros, mejor conocido por su seudónimo: \"Kinkin\", nace en la Ciudad Capital de la América Septentrional, lo que en algún tiempo, tras la fusión de dos culturas y cosmogonías muy distintas, se denomino \"La Nueva España\": México; en el ombligo del país, rico y bello, como un gran cuerno de la Abundancia. Realiza sus primeros estudios y comienza a desarrollar sus habilidades artísticas en esa gran metrópoli. Un día, gracias a su hermano el Periodista Jorge Rocha, de feliz memoria, conoce al Caricaturista Abel Quezada, hombre verde sin tacha a quien admira, sigue en sus “cartones” de “Excelsior”. Quezada anima al joven Kin Kin a seguir dibujando y dibujando, pues Kin Kin como muchos otros sufre de la “Grafología”, “enfermedad” que consiste en dibujar y dibujar, compulsivamente todo y en todo lo que se pueda dibujar, servilletas, manteles, hojas, cuadernos, etc. Kin Kin decide seguir los pasos de su Maestro Abel y convertirse, algún día en Caricaturista, como él y así formar parte de ese selecto grupo de \"Los Hombres Verdes\". Abel decía que los Artistas y claro, los Caricaturistas, somos como la Mujer Barbada o el Hombre Verde de los Circos: somos únicos, singulares y además, gracias a nuestras características, dones y mañas, ella Barbada y aquel Verde. Solo por eso, lo hirsuto de aquella y lo verde de aquel, o en nuestro caso, el saber pintar o dibujar nos destaca. Sí, Verdes, siempre tendremos trabajo y llamaremos la atención de entre el resto de los mortales. Hombres Verdes en México los ha habido a montones, pero mencionemos algunos: Abel Quezada, Frida Kahlo, Diego Rivera, Rufino Tamayo, Leonora Carrington, Remedios Varo, José Luis Cuevas y muchísimos otros, de un verde único, iridiscente, mágico y que asombra al orbe con sus paletas de luz y misterio. En 1982 se traslada a vivir la ciudad fronteriza de Tijuana, Baja California, México: La Frontera mas Grande y mas visitada de la Tierra (de verdad) y mas noble y amorosa que exista en todo el cosmos. En Tijuana inventaron la Famosa Ensalada “Cesar’s” y los Burritos mas ricos de todo México: “Los Burritos Corona”. En Tijuana, además de comer ensaladas, burritos y tacos, estudia Arquitectura y Arte Sacro e inicia sus andadas dentro del Arte. Es en Tijuana donde inicia a trabajar en los diarios locales y mas tarde nacionales como Caricaturista Político, Caricaturista Infantil e ilustrador. Se convierte en profesional y se incorpora a la Sociedad Mexicana de Caricaturistas en donde traba amistad con Rius, Arturo Kemchs, el entrañable colega y amigo Cubano Arístides Hernández \"Ares\", y muchos mas que no podría terminar de enlistar y que también son verdes, que aunque son Caricaturistas de Tiempo completo y ven la vida con humor, son de un verdísimo especial, muy en serio. Hoy en día, desde 1999, radica en el desierto, entre el sol calcinante y un pueblo bárbaro y noble: Chihuahua, Chih., México. Es aquí donde, de forma autodidacta, inicio su quehacer como Pintor profesional.

Dada la censura que su obra como Caricaturista sufrió, decidió dejarla, profesionalmente, por un tiempo... para dedicarse a la Pintura, su gran pasión. Su obra, tanto de caricaturista como de pintor, en su personalísimo estilo de \"Kinkismo\", llena de irreverencia, sorna, critica, humor y verdad, amen de una buena dosis de imaginación, la ha expuesto tanto local, nacional e internacionalmente. Claro que Kinkin ha concursado en uno que otro certamen, y se ha llevado alguna mención. Pero lo que si, su obra nunca pasa desapercibida, debido a su singular estilo de hacer pintura con ironía, humor, sátira y caricatura. Es miembro de numero de la Sociedad de Caricaturistas de México. Kinkin se encuentra lleno de proyectos e ideas las cuales plasma día a día en sus lienzos, para beneplácito de algunos, alegría de otros y deleite de los mas, pero sobre todo por llenar esa necesidad tremenda, de pintar, de hacerle día a día el amor al lienzo, llenándolo de caricias, con un pequeño pincel, un montón de colores, muchísima pasión y sí, muchísimo, muchísimo Amor. Se bienvenido y pasa, sin miedo, a descubrir el que hacer de un Hombre Verde...